BREVE BIOGRAFIA DE OMERO
Todo lo que se sabe a Homero es leyenda. Incertidumbre es su lugar de nacimiento: probablemente la ciudad de Chio, en Grecia o aquel de Colofone, en Asia Menor, en la moderna Turquía, o bien Smirne, siempre en la moderna Turquía, por años la más cotizada por motivos lingüísticos y culturales. Incierta es el origen de su nombre, quizás de etimología no griega: podría derivar de tengo mè horôn o sea “el no adivino”, la leyenda nos describe en efecto Homero como un aedo ciego, pero otros avanzan la hipótesis que su sentido sea aquel de “rehén” o bien de “coleccionista.”
Por cuánto concierne la edad en que vivió, y por lo tanto la época del Iliade y la odisea, las fechas oscilan entre lo XII y el VOSOTROS siglo a. C., aunque las tesis más acreditadas propienden por el siglo VII o VIII. Para Heródoto, en cambio, Homero habría vivido cuatro siglos antes de él, el que colocaría atrás el aedo en el IX siglo. La mayor parte de las suyas tardas, y fantasiosas, biografías están repletas de noticias sin alguna posible correspondencia con la realidad, como por ejemplo la anécdota relativa a su competición poética con Esiodo.
A Homero, considerado al primer poeta épico, los antiguos atribuyeron muchas obras: además del Iliade y a la odisea él habría compuesto poemas cíclicos (Tebaide) Epígonos, Polvos, etcétera, una colección de himnos, algunos epigramas y de los poemas de género alegre. A nadie se ocurrió que Homero pudiera ser nunca no existido hasta que, en el III siglo a. C., Zenodoto no levantó dudas acerca de la paternidad de algunos versos del Iliade y la odisea, pronto seguido por Ellanico y Xenone los que, sospechados por la aparente falta de homogeneidad lingüística y ambiental que corrió entre los dos poemas, hipotizaron que el segundo hubiera sido compuesto por un desconocido aedo bien ciento años después de lo primero.
Fue el principio de los debates y las búsquedas sobre la asillamada “cuestión homérica”, relativo sobre todo la verdadera paternidad de los dos poemas épicos a nosotros llegados, pero también ampliada a otras preguntas, cuales: ¿Ha existido Homero de veras? ¿Hacen los dos poemas parte de un todo uno homogéneo? ¿Y si pertenecen a más autores, de qué manera han sido compuestos y transmitidos? Ya Aristarco de Samotracia intentó dar una explicación: el Iliade y la odisea pertenecen uno a la juventud y al otro a la vejez del mismo autor, Homero, naturalmente. Con el pasar del tiempo, en cambio, las soluciones no parecieron más así al alcance y las corrientes “unitarias” y “antiunitaria”, que sustentaron respectivamente la tesis del autor único y aquel de la pluralidad de autores, se enriquecieron hipótesis más variegadas.
G. B. Vico pensó que Homero no había existido nunca, pero que hubiera sido asciende sencillamente a símbolo de la poesía griega de la edad heroica, a pesar de los dos principales poemas de este última se debieran a más autores. A su vez Wolf planteó la hipótesis que, en ausencia de la escritura y en la imposibilidad de mandar de memoria28.000 versos, diferentes aedi hubieran sido portadores de muchos cantos